Para ser empático es necesario escuchar, no sólo por temor a perder un cliente por un malentendido, sino porque además al escuchar, demostramos que nos importa lo que el cliente pasa, lo que el cliente busca, es por eso que es necesario entender sus necesidades para darles la solución que ellos buscan.

Es importante dejar saber al cliente que es tu prioridad, y que no importa que pase, siempre será así, en las buenas y mas en las malas, que es donde tu cliente te necesitará mas, ponerse en los zapatos del cliente ayudará muchísimo a poder entender y poder solucionar, ya que te hará replantear la manera en que los ves.

Por ejemplo, ¿Cómo tratarías a un amigo, familiar o conocido? Obviamente bien, como tu referido, ¿verdad? Bueno, los clientes deben ser tratados como si todos fueran referidos, comenzando por ahí tendremos el éxito total, porque el cliente se sentirá tan importante que no habría forma que te cambiara. Entendamos que el producto que podamos ofrecerle puede ser el mejor del mercado, pero si no viene acompañado de un buen trato, el cliente preferirá buscar a otro que le venda lo mismo, pero lo trate de manera personalizada, que lo haga sentir especial. Para este punto concluimos que la experiencia del cliente es lo más importante.

Pregúntate siempre si tu te sentirías satisfecho con las soluciones que le brindas al cliente, si tus respuestas son lo suficientemente claras para no confundirlo, si lo que ofreces es prioritario, este tipo de preguntas ayudará en gran escala a poder entender que finalmente las malas recomendaciones suenan mas que las buenas porque incluyen sentimientos y emociones de clientes que buscan ser escuchados, para poder darle solución a sus inquietudes, y esto genera un valor tan grande que tu cliente finalmente será un lover de tu marca, recuerda: las buenas acciones perduran para siempre.